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Recuerdo en las primeras reuniones como miembro del comité ejecutivo haber participado en discusiones sobre la forma en que ASSITEJ debía promover la celebración del día mundial del teatro para niños y jóvenes. Muchos pensaban que con tener un buen mensaje de algún artista reconocido y difundirlo era suficiente y que no era particularmente necesario en sus países promover ninguna actividad especial.

Con el fin de dar una mayor presencia a ASSITEJ entre los artistas mexicanos, decidimos tomárnoslo más en serio y no sólo dar difusión al mensaje sino promover actividades especiales para la ocasión . Yo misma que era escéptica al respecto de esta celebración, me di cuenta rápidamente y después del primer año de haberlo celebrado, que era una oportunidad única para atraer las miradas hacia el teatro para niños y jóvenes y hacer patente que esta celebración nos hacía parte de un movimiento internacional.

Al ser parte de este movimiento internacional la variedad de referencias y parámetros no solo contribuye al conocimiento de la práctica del otro sino al auto conocimiento y reconocimiento de la propia. Así cada año, al tiempo que celebramos, podemos revisar dónde estamos, qué hemos hecho, hacia dónde hemos avanzado, qué planes tenemos y esto aplica nivel artístico, social, educativo y hasta político.

Recuerdo también en aquéllos primeras reuniones las difíciles discusiones sobre la calidad y la excelencia artística. Ante la desigualdad de condiciones y las hegemonías culturales ¿desde dónde evaluamos? Soy de los que piensan que los verdaderos artistas se cuentan con los dedos de las manos, pero de igual manera pienso que el arte y la práctica del arte nos enriquece a todos y nos convierte en seres humanos más completos y complejos.

Las condiciones de los países que forman ASSITEJ son tan diversas que los motivos que pueda tener cada uno de nuestros centros para celebrar son variadísimos. Algunos organizarán una fiesta, regalarán teatro a los niños y premiaran a sus mejores artistas. Otros verán la oportunidad de analizar, de señalar sus carencias, de planear, de buscar y exigir apoyos para sus proyectos.

En los últimos años ASSITEJ ha suscrito la Declaración de los derechos del niño y hecho un mayor hincapié en el ejercicio del derecho a tener acceso a la cultura y a la experiencia estética a través del teatro.   Este 2016 ASSITEJ celebra el día mundial suscribiendo la Convención de los derechos de las personas con discapacidad.

Habrá quien piense que todo esto nos distrae de los temas propiamente artísticos competencia de nuestra asociación, que el teatro para niños en sus peores expresiones ha sido utilizado para “buenas” causas.

Habrá quien piense, por el contrario, que las descalificaciones estrechan el ángulo de visión y limitan percepción y la interpretación a códigos convencionales; habrá quien piense que los distintos lenguajes de que se sirve el teatro, se verán enriquecidos por otras miradas, otras formas, otras sensibilidades.

Antes los desafíos que continuamente lanza la realidad, percibo en ocasiones un sentimiento de impotencia compartido por muchos creadores alrededor del mundo. Y de nuevo, aparece el teatro para niños y jóvenes como una posibilidad de incidencia, de participación, de reencuentro, de colaboración. Una posibilidad de creación.