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Normalmente cuando pongo un bolígrafo en mi mano, corre y baila sobre el papel como para alcanzar un sueño imaginado en mi cabeza. Pero en estos días, tan pronto como me siento en mi escritorio y pongo el bolígrafo en mi mano, comienza a moverse torpemente y en lugar de escribir oraciones con pensamientos, esboza palabras tan al azar como si una de ellas llamara a la otra, y entonces me doy cuenta, estoy mirando por la ventana buscando espacios para los pensamientos y las ideas.

Si “eso” no hubiera ocurrido, nos habríamos reunido, disfrutado de las conversaciones e intercambiado nuestros planes futuros en artes escénicas para niños y jóvenes aquí en Tokio, bajo nuestro lema estratégico, “Hacia lo desconocido”.

Afortunadamente, la tecnología estaba lista a tiempo para que pudiéramos encontrarnos en línea en las sesiones de café de ASSITEJ y llevar a cabo conversaciones tan fructíferas tanto a nivel regional como temático. 

Diría que las conversaciones fueron fructíferas porque fuimos capaces de compartir nuestras experiencias y hablar de las situaciones actuales de cada uno, que, para la mayoría de nosotros, trajeron tanto alivio. 

Al mismo tiempo, también fueron controvertidas, escuchando las situaciones de los teatros para audiencias jóvenes que no pueden llegar a su público…

Lo más probable (¡aquí en Tokio, seguro!), es que haya habido tantas conversaciones en línea entre profesionales que son fructíferas y polémicas, severas y deprimentes, de aprendizaje y agotadoras.

¿O debería decir, “un poco sobrecargadas”?

Creo que hemos afrontado la situación de todas las maneras posibles, sin saber lo que puede venir en el futuro, pero haciendo pleno uso de la tecnología, y sí, mi cerebro está lleno de palabras tan dispersas y arañadas como si fueran las ruinas de los pensamientos, ¡buscando la certeza del futuro! Pero el futuro es tan incierto y ahora incluso más desconocido, de modo que ahora me doy cuenta de que estoy mirando por la ventana buscando la ocasión de escuchar las voces sin voz de los niños y jóvenes porque ellos son el futuro. 

Entonces, admitamos que el futuro es incierto y siempre lo será. Pero sabemos que estamos aquí, dispuestos a escuchar las voces de los que viven en el futuro y junto a ellos, estamos aquí para crear el mundo imaginativo del llamado teatro, para construir el futuro que vendrá, dando pasos hacia lo desconocido.

Esperamos encontrarnos aquí en Tokio, en marzo de 2021, con ocasión del Congreso Mundial de ASSITEJ aplazado. ¡Hasta entonces, aguantad!